Sofia

Sofia
Hola:

quiero saludar a todos los que estan aca

y mandarles un beso grande

espero que disfruten lo que leen

estoy intentando aprender,

todavia tengo un MUY, largo camino por delante

en fin disfruten lo que leen, saludos y besos a todos

y gracias por tomarse un tiempo

para pasar por aca

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EN LA LISTA DE ESCRITOS AQUELLOS QUE TIENEN * ANTES DEL NOMBRE
SON LAS NOVELAS, LOS DEMAS SON CUENTOS U OTROS.

YO

YO
Una foto mia para que me conozcan si no me conocen

lunes, 25 de julio de 2011

**SOFIA: presentacion, prologo, cap 1 y 2

Hola a todos, como empezar a escribir el relato que leerán a continuación es una pregunta que me hice varias veces en este último tiempo en el cual planee el argumento de Sofía.
Pienso que en algunos puntos de esta historia todos nos sentimos identificados, ya que quien no ha querido algún día salir con un arma estar pronto ante cualquier posible delincuente.
Son épocas difíciles y el peligro es constante, vivimos en un periodo de miedo, miedo hasta de nuestra propia sombra y cada vez nace más latente el deseo de hacer nuestra propia justicia,
Robos y homicidios ocurren todos los días, a cada hora, minuto, segundo. De hecho en el preciso momento en el que estoy escribiendo esto o ustedes están leyéndolo debe haber un hombre amenazando a una pobre mujer o un hombre siendo golpeado por el simple hecho de obtener unos pobres cien pesos.
En honor a todas esas personas, en honor al sentimiento de querer realizar justicia por mano propia, en honor a la gente inocente que con temor sale a las calles todo el día es que hoy escribo este relato.
Espero que lo disfruten todos y ahora yo me despido y comienza el relato.
Besos.






















Prologo


Magdalena caminaba de la calle cubriéndose con un paraguas rojo con franjas amarillas, debido a que la lluvia caía con furia y la tormenta parecía no tener fin.
Temblaba de frío mientras de su mano caminaba una pequeña niña que no tendría más de seis años.
Ambas vivían solas en la absoluta pobreza dependiendo la una de la otra.
Sin un padre que se hiciera cargo y sin familiares que pudieran darle un hogar donde vivir Magdalena no tenía posibilidades de conseguir un trabajo y así no tenia posibilidades de mantener a la niña… Sofía.
Magdalena se detuvo, la lluvia golpeaba el paraguas que un buen vendedor le había regalado y los truenos resonaban con fuerza sobre el nublado cielo.
Agachándose abrazo a su hija.
- volveré pronto Sofía – dijo esta sin soltarla.
- mama ¿Por qué lloras? – pregunto su hija al verla tan alterada.
- tranquila mi niña, todo saldrá bien, yo volveré pronto ¿de acuerdo? –
La niña asintió y observo como su madre se alejaba corriendo por la calle y temblando por el frío se sentó en la vereda a esperar su retorno.
Finalmente la figura de su madre se perdió de vista desvaneciéndose entre la lluvia y la oscuridad de aquella noche del quince de septiembre de mil novecientos ochenta, noche que Sofía mantendría siempre viva en su mente.
Los segundos se transformaron en minutos, los minutos en horas y en todo ese tiempo Magdalena no volvía y en todo ese tiempo llorando sola aun sentada en el cordón de la vereda Sofía esperaba su retorno.
Ya habían transcurrido unas aproximadas seis horas en los cuales ya los primeros rayos del sol caían desde el cielo y la tormenta desaparecía aunque perduraba una molesta humedad.
Sofía había decidido que tal vez su madre se había perdido por lo que corriendo se alejo del lugar llamándola a gritos sin saber que esta ya no volvería.
Un hombre venia caminando con un costoso traje y una fina corbata, sus zapatos lujosos resonaba en las calles.
Daniel Hernández era un exitoso abogado, un hombre de unos cuarenta años, delgado quien prácticamente estaba calvo por completo, divorciado y sin muchos amigos pasaba sus tardes en completa soledad viendo a los partidos de la selección de futbol que tenia varios partidos antiguos grabados para así tener mientras no había nada nuevo que ver o bien sumergido en su mundo de libros los cuales siempre leía uno o dos por semana.
Daniel era fanático de las novelas policíacas especialmente aquellas en la que el detective bueno mataba a un asesino serial quedándose con la chica y con un y vivieron felices por siempre.
Debido a su continua soledad Daniel dedicaba gran parte de su tiempo libre a su trabajo, siendo un exitoso abogado Daniel era alguien que podía vivir toda su vida dándose los lujos que quisiera, total tenia mucho dinero de sobra, lo que faltaba era una persona con quien compartirlo.
El caso de divorcio al que se dirigía ahora era en verdad muy sencillo… Daniel estaba convencido que las pruebas de adulterio por parte de la señora Michele al señor Benjamin eran demasiadas como para perderlo.
Entonces la lluvia comenzó de nuevo.
Las gotas cayeron primero lentamente y luego con furia, Daniel quien se había olvidado de su paraguas comenzó a adelantar el paso para llegar más rápido mientras maldecía para sus adentros cuando enseguida sintió un golpe, un choque con un cuerpo pequeño por lo que supuso que era una niña o un niño, ella cayó al piso pero el logro mantener el equilibrio.
La niña enseguida comenzó a llorar desesperadamente, Daniel al principio quedo encantado por la belleza y la ternura que la niña generaba, luego le tendió la mano y esta se levanto del suelo aun llorando sin consuelo.
- lo lamento niña – dijo este - ¿te he lastimado? -
- no, estoy bien – dijo esta sin dejar de llorar
- entonces deja de llorar por favor – dijo este casi rogando
- no, usted váyase yo estoy bien – explico Sofía
- no puedo irme y dejarte así – explico Daniel – mas con esta lluvia ¿y tus padres? –
- no lo se – dijo esta quien se había calmado y ahora comenzó a llorar nuevamente – mi madre me dijo que ya volvía y ya han pasado varias horas y entonces... Yo… yo... fui a buscarla por temor a que se hubiera perdido –
Daniel la miro con compasión, supuso que la madre la había abandonado.
- no te preocupes niña, ya esta bien, estas a salvo -
Le sujeto la mano con cariño y ambos se alejaron caminando por la calle silenciosa, mientras sus voces conversando era el único sonido que se escuchaba, Sofía no hablaba mucho pero Daniel intentaba darle conversación y mantenerla distraída, así evitar que pensara en lo ocurrido.

Ese día es el primero de los dos grandes días que vale la pena recordar, un día que es crucial para todo la serie de hechos que se desencadenaran, aquel quince de septiembre de mil novecientos ochenta, comenzó el cambio no solo en la vida de Daniel si no que también en la vida de la niña.
Daniel comenzó enseguida los trámites de adopción, logro fácilmente que le aceptaran la solicitud.
Cuando Sofía entro por primera vez en la casa de su nuevo padre, sonreía complacida de felicidad, de su madre Magdalena no se volvió a hablar en esa casa y durante dos buenos años reino la paz y la armonía en los que Sofía supo querer, adorar y amar a su padre.

El otro hecho que merece la pena remarcar del pasado fue a los dos años
Exactamente, dos años, tres meses con un día.
Daniel invito a su mejor amigo (el cual Sofía había conocido con anterioridad y visto varias veces) Mariano a tomar algo juntos y a mirar un partido de fútbol, ambos se juntaron, bebieron, jodieron, hablaron todo el rato mientras Sofía con sus muñecas jugaba a que era una princesa y venia su príncipe a buscarla pero la bruja envidiosa de la princesa intentaba robarle al príncipe embrujándolo.
Entonces un fuerte ruido sonó en la puerta de abajo interrumpiendo el juego de Sofía.
Se escucharon gritos desde abajo y asustada Sofía bajo las escaleras con pasos silenciosos intentando escuchar el motivo de la disputa.
Apenas pudo escuchar palabras como:
- me debes plata… te pasaste de listo… todo se acabo para ti…voy a enviarte al infierno – y luego una estruendosa explosión resonó en toda la casa.
Se escucho un auto que se alejaba y los gritos de Daniel que se lloraba a montones.
Varios gritos y pasos de curiosos que se acercaban a la casa.
Pocos minutos después la policía había llegado, una ambulancia y unos periodistas.
Todo fue en vano, Mariano murió en el mismo instante en el que la bala del arma del delincuente lo atravesó el corazón.
Daniel fue a declarar y dijo que sabía que Mariano estaba involucrado en temas de drogadicción pero admitió no saber exactamente como era el asunto.
Luego de largas seis horas de estar prestando declaración Daniel volvió a su hogar.
En cuanto su mirada se encontró con la de Sofía ella en seguida a pesar de tener pocos años supo que algo había cambiado dentro de su padre, pero no lo supo bien hasta la mañana próxima.
Al día siguiente Daniel estaba sentado en la mesa de la cocina.
Cuando Sofía entro en la habitación este lo miro fijamente, Sofía no supo darse cuenta en ese entonces que en esa mirada reflejaba una idea que tenia en su mente.
- ¿Sofía sabes porque murió Mariano? - le pregunto a la niña, esta asustada negó con la cabeza
- murió porque se mezclo con los malos ¿sabes que seria genial? Que alguien acabara con todos los malos –
Sofía lo miro sorprendido y luego sonrío con dulzura.
- como un superhéroe – dijo inocentemente
- exactamente – contesto Daniel como si Sofía hubiera dado en el clavo con su respuesta – como un superhéroe –
-¿te gustaría ser uno, de verdad?-
Esta sonrío y movió la cabeza afirmativamente
- en unos años, cuando estés preparada serás un superhéroe de verdad – dijo Daniel sonriendo – y vencerás a los malos, si lo serás -
En ese momento, la niña no sabía como estaba siendo manipulada por un hombre molesto con la justicia, ni tampoco sabía como en futuro pagaría las consecuencias de esto.







































Capitulo 1
La hija



El sol entraba por la ventana de la cocina e iluminaba todo el lugar con sus primeros rayos del día.
Daniel Hernández tomaba un café caliente mientras con el diario en sus manos leía las principales noticias, casi todas hablaban de lo mismo, sobre varios casos que la policía no había podido resolver, sobre un asesino serial.
También los noticieros hablaban de este asesino serial… era la noticia del momento.
Mientras Daniel leía el diario hacia un enorme esfuerzo para no dormirse, cosa que no era sencillo el cansancio y pensar en su cama era lo que ocupaba su mente ahora.
Pero tenía algo importante que hacer.
Como por ejemplo descubrir si la policía tenia alguna noticia respecto a el ángel… pseudónimo de el asesino serial… o mas específicamente, su hija Sofía.
Para eso Daniel escuchaba noticieros en la radio… veía los informativos en la televisión, buscaba material en Internet y principalmente leía las noticias en el diario.
Dejando la tasa de café a un lado Daniel sujeto el diario con ambas manos y leyó el primer artículo:

AUN SIN PISTAS
Luego de ya seis semanas de investigación, la policía aun no tiene pistas respecto al asesino serial llamado públicamente, el ángel.
Este ya ha asesinado a un total de ocho personas, de los cuales seis de estas tenían antecedentes penales por violencia domestica y rapiña y dos mas tenían antecedentes por homicidio en primer grado.
Muchos (entre los que me incluyo) piensan si la policía debería buscar a este ángel o en ves de eso otorgarle una medalla.
Si bien, oficiales, ministros o hombres que ocupan altos cargos no pueden reconocerlo públicamente todos son concientes que el ángel esta limpiando la basura de la ciudad de Montevideo, cosa que hace falta.
Hugo Morgan el oficial a cargo de la captura de este noble héroe a declarado públicamente en el noticiero de ayer del canal cuatro, palabras textuales “entiendo el motivo por el que muchos están de acuerdo con esta especia de héroe como lo llaman, pero realizar justicia por mano propia es algo ilícito, si es tan representante de la justicia como lo demuestra que se entregue con un buen abogado a las autoridades, tal vez la condena sea menor así” en lo personal veo esta declaración como una forma de demostrar apoyo al héroe aunque públicamente no pueda reconocerlo por obvios motivos.
Concluyendo el articulo debo decir que la policía aun no ha armado un perfil de posible sospecho si bien se piensa que es un hombre no hay nada confirmado y la pista se encuentra totalmente fría.
Hasta ahora esto es lo único que tiene la policía… detective Morgan yo si fuera usted ahora mismo estaría buscando trabajo en los clasificados.
Marlon Box

Daniel rió con ganas al terminar el artículo dejando la tasa de café a un lado, la prensa estaba de su lado, la gente estaba de su lado, todos lo apoyaban salvo familiares de delincuentes, amigos o los delincuentes mismos.
Luego había un artículo en el que hablaba del estado de los ocho cadáveres que habían sido encontrados:

LAS OCHO VICTIMAS ACTUALES:
Las primeras dos victimas de este asesino serial reconocido como el ángel fueron Matías Gonzáles (fue procesado en seis veces por rapiña siendo menor de edad y una vez siendo mayor) y Mauricio Pérez (estuvo preso dos años por violencia domestica contra su mujer y cuando salio de la cárcel la mato de una apuñalada) fueron encontrados atados en sus camas de piernas y manos y asfixiados por una almohada, tenían un alto nivel de drogas en su organismo por lo que el asesino no tuvo dificultad para actuar.
La tercer victima Lucas Valgochea (estafador reconocido mundialmente al cual nunca se le pudo comprobar nada) fue encontrado con un 15,03 de alcohol (Whisky) en su organismo, los testigos dicen que lo vieron salir de un Boliche a altas horas de la madrugada alcoholizado completamente, recibió un disparo en la frente, el arma homicida no ha aparecido aun ni se tiene alguna pista del asesino.
La cuarta victima ha sido la mas polémica de los ocho cadáveres y ha sido la que ha conseguido mayor aprobación popular que ha sido el cadáver del reconocido asesino y violador Héctor Malone quien ha estado preso en dos ocasiones por homicidio a su esposa Johana Gonzáles y luego a Gastón Rivas con el que se cree que tenia “cuentas pendientes” también esta cuarta victima tenia denuncias por violación, una verdadera escoria para la sociedad que esta mejor muerto, este hombre recibió primeramente un balazo en cada brazo y pierna y luego se lo abandono hasta que finalmente murió desangrado.
Las otras cuatro victimas que fueron Mario Nieto, Román Sheriff, Luis Valdez y Tabaré Márquez eran todos delincuentes de barrio que sus muertes fueron iguales que la cuarta victima un balazo en cada pierna y brazo y luego la espera a que este muera desangrado.
En cada una de estas victimas se encontró una hoja de impresora con el dibujo de las alas de un ángel y la firma que dice Anónimo, así de esta forma el ángel se asegura que nadie se haga pasar por el.
Con esto finalizo mi informe del estado en el que se han encontrado los ocho cadáveres.
Victoria Mold

Daniel comprobó satisfecho que no tenían ninguna pista fehaciente que pudiera llevarlos hacia Sofía o hacia el.
El café estaba frío por lo que Daniel se levanto de la mesa, para lavarse la cara cuando sintió pasos de unos pies descalzos a su lado.
Giro y allí estaba Sofía, tan bella y reluciente como siempre.
A pesar de sus cortos veinte años el cuerpo de Sofía se había desarrollado con inigualable belleza, su pelo lacio y morocho mas bien un color oscuro hermoso sobrepasaban sus hombros, sus ojos color verdes parecían que iluminaban en la oscuridad y también poseía una sonrisa perfecta, en fin Sofía era una mujer envidiable y esa belleza suya era lo que había conseguido acercarse a los ocho criminales y una vez con ella, colocarles drogas en sus tragos había sido sencillo, a los primeros dos le había colocado una droga normal que dejaba a sus victimas confundidos y mareados, lo suficiente como para que no pudieran defenderse o actuar con rapidez, pero para los otros seis crímenes había obtenido Daniel de forma ilícita una droga especial que no dejaba rastro en el organismo y dormía a las victimas, así de esta forma el forense nunca detectaría que había usado y no habría forma que llegaran a el y mucho menos a Sofía que era lo único que a Daniel verdaderamente le importaba en este mundo.
Cuando giro Sofía se encontraba a su lado con el rostro lleno de lagañas y los ojos entrecerrados que indicaban que estaba dormida hasta hacia pocos minutos.
- buen día papa – dije ella con una dulce sonrisa
- buen día querida – dijo Daniel dando unos pasos firmes y besando la frente a su hija - ¿Cómo has dormido?-
- bien – dijo ella y se dirigió al baño para lavarse el rostro.
Cuando volvió a la sala principal aun con el pijama celeste puesto Sofía se sentó en la silla esperando que su padre le diera el café de todas las mañanas.
- ¿alguna noticia? – pregunto Sofía señalando el diario que hasta hacia pocos minutos estaba leyendo su padre.
- no – dijo este sonriendo – no tienen nada y dudo que descubran -
Ninguno volvió a hablar hasta que Daniel trajo el café y Sofía comenzó a tomarlo lentamente debido a que estaba caliente.
- ya han pasado tres días desde el ultimo asesinato – dijo Daniel mirando el diario – creo que es hora de hacer otra aparición, estamos ganando una buena posición. No debemos dejarnos estar-
Sofía asintió con la cabeza y se quedo en silencio… quería hablar con su padre pero sentía temor de la reacción del mismo, este se percato de que su hija demostraba ganas de habla pero permaneció callada.
- que el temor no te impida hablar hija – dijo Daniel dándose cuenta de la situación
Sofía hizo una mueca que reflejaba nerviosismo.
- quiero – comenzó a decir – empezar la secundaria -
- NO – negó Daniel gritando con furia levantándose del asiento y luego sentándose nuevamente temblando, se volvió a servir café – creo que ya hablamos de eso Sofía, tu Tenes una misión, no Tenes tiempo para hacer amigos, para jugar, divertirte o cualquiera de esas cosas normales –
Sofía asintió de mala gana sabia que lo mejor era no discutir.
Quince minutos mas tarde la joven de veinte años volvió a su cuarto y se acostó en la cama a llorar… a pesar de su edad nunca había tenido amigas, amigos, nunca había jugado de verdad, no había tenido un novio, dado su primer beso o siquiera se había enamorado o creído estar enamorada alguna vez.
Desde que el mejor amigo de Daniel había muerto, lo único que hacia Sofía era practicar para matar… matar…matar.
Una persona normal hubiese odiado a Daniel con todo su corazón, pero Sofía no podía, el era el único que conocía y si lo odiaba a el era odiar a la vida, odiar su mundo.
Lo que conocía más bien Sofía del mundo normal era lo que veía mas por televisión, era ingenua, demasiado, incluso en una época había creído que al cumplir dieciséis años seria como Melissa Joan Hart la actriz de Sabrina la bruja adolescente y aprendería a usar su magia, pero en esa época tenia apenas ocho años.
La principal regla que Daniel le había enseñado era la que tenia totalmente prohibido salir a la calle si el no estaba presente debido a esto, durante los largos periodos de ausencia de Daniel mientras trabajaba lo único que podía hacer Sofía para pasar su tiempo libre era mirar la televisión.

Siempre veía en las series donde aparecían las chicas de mas o menos su edad, como sus padres preparaban sus lujosos cumpleaños de quince donde el lugar era hermoso, el vestido de una elegancia increíble y todos prolijamente le pedían para bailar con ella a lo cual ella sonreía y complacida aceptaba el ofrecimiento y bailaban juntos el vals, esto siempre se repetía por lo tanto cuando Sofía cumplió quince tenia planeado todo, su vestido, su baile, el local pero cuando le contó de sus planes a Daniel este rechazo la idea completamente.
Faltaba algo, lo mas importante… invitados.
Durante su periodo de infancia desde los doce años hasta los quince años Sofía había tenido un amigo imaginario llamado Fred, cuando llego su cumpleaños de quince su padre le prohibió terminantemente seguir con ese amigo diciendo que era muy inmadura la actitud de su parte, Sofía asintió con la cabeza, despidió a Fred como si fuese una persona real y bebiendo una copa de un refresco sabor Lima Limón comprado por su padre festejo la fiesta y comió una pequeña torta de la panadería que quedaba en la esquina de su casa… así fue su gran fiesta de quince.
La escuela para Sofía había sido difícil de verdad, no sabia como hacer amigos o como querer a alguien por lo que siempre estaba distanciada sola, desde la ventana observaba como sus compañeros jugaban entre ellos y se divertían mientras ella se sentía siempre tan triste y solitaria.
La vida nunca fue fácil para ella, enseguida termino la primaria y ya pronta para comenzar la secundaria, un nuevo inicio, Daniel le negó la posibilidad de seguir estudiando.
Ella argumento que quería jugar y estudiar como cualquier joven normal a los doce años pero no fue así.
Cuando cumplió trece años el regalo para Sofía fue un arma real y con ella Daniel la entreno para su gran futuro, la habilidad de Sofía mejoro con los años y cuando tenia dieciocho podía disparar a alguien a con los ojos cerrados y que la bala diera justo en su corazón.
No solo el buen manejo del arma era la única habilidad de Sofía si no que también era una excelente luchadora, ya que había realizado tres años de curso de defensa personal, era muy buena luchando.
El día que cumplió diecinueve años Daniel la miro fijamente le sonrío y le dije, ya estas lista
Ese día Sofía murió para que de sus cenizas resurgiera un nuevo ser… un ángel.
Así inicio la historia.
Así comienzo la leyenda.

La puerta de la habitación se abrió y Daniel entro en el cuarto trayendo consigo una taza de café caliente que largaba un ligero vapor, una taza verde con rosas rojas.
- vengo a hacer las pases – le dijo cuando se sentó al lado de su hija que no dejaba de llorar en la cama.
- Sofía debes entender – le dijo colocando su mano en el hombro de ella - lo siento -
Ella le empujo la mano con brusquedad y por un segundo sus miradas se cruzaron, fue como una competencia donde el objetivo era ver quien bajaba la mirada primero y se rendía ante el otro, finalmente Daniel no pudo soportar la mirada de su hija y la bajo, en sus ojos vio reflejado el rechazo que sentía ella por el… decía rechazo para no decirse a si mismo odio.
- por mas que me odies no puedo parar esto Sofía, la policía nos esta buscando – dijo este – tengo miedo de que hayamos cometido algún error y ahora estén cerca de encontrarnos -
Sofía se compadeció y abrazo a su padre, no podía odiarlo, era imposible que así lo hiciera.
Ella se levanto lentamente, se seco las lágrimas con ambos ojos y miro a su padre.
- tenemos trabajo – le dijo y este asintió orgulloso.
Ya tenían planeado su golpe.
- pero ahora ven – dijo este – vamos a salir a dar un paseo -
Apenas salieron a la calle Sofía miro hacia el cielo con una sonrisa en los ojos, siempre disfrutaba contemplar el cielo en su momento de esplendor, en ese momento el sol brillaba como si estuviese alegre y nubes de diversas formas abundaban en el cielo más celeste que nunca.
La ciudad estaba tranquila, no había muchas personas, apenas unos pocos que caminaban por la calle y la mayoría de los negocios aun no habían abierto.
Algunos autos circulaban pero eran pocos.
Sofía miro para todos lados llena de curiosidad, ¿cuanta gente iba caminando por allí que mereciera la misma muerte que las ocho personas a las cuales ella les había arrebatado la vida?
Sofía como ya se vio quería estudiar, tener amigos, amigas y cumpleaños de quince como cualquier chica pero salvo esto ella estaba de acuerdo con la tarea que tenia como “ángel”
Mientras su mente divagaba en estas reflexiones un recuerdo vino a su mente.
Una vez Sofía tenia tan solo nueve años cuando Daniel quien regresaba de un juicio el cual había perdido llego golpeando la puerta con un fuerte golpe, Sofía camino hacia su padre asustada pensando que a este le había pasado algo.
Daniel golpeo, pateo e insulto en vos alta y con lágrimas en los ojos se sentó en el piso a maldecir.
Apenas Sofía entro en la cocina ambas miradas se cruzaron.
- ves hija por esto mismo quiero que realices tu misión, acabo de perder un juicio en el cual un golpeador hijo de perra maltrato a sus hijos y a su mujer durante dos años pero según el juez no hay prueba sólida de esto y los niños son manipulados por ella para que finjan que su padre les golpea, todos son unos corruptos, te das cuenta hija, por eso debes entrenarte, la justicia debe ser por mano propia, si no, no es justicia -
Sofía se arrodillo junto a Daniel y coloco su dulce mano entre las suyas estrechándole con afecto.
- no te preocupes papa prometo que realizare lo que tu quieres -
Daniel abrazo a su hija complacido, confiaba en ella como en nadie -
Este día Daniel había instalado una ideología en la cabeza de Sofía, en ese momento Sofía aun pequeña como para pensar correctamente estaba convencida que el sistema judicial funcionaba perfectamente y que cuando un malo como decía ella era detenido no volvía a molestar, eso creía ella, pero esta teoría se derrumbo en ese momento y Daniel instalo el odio en el corazón y el pensar que la justicia era algo que no servia.
Esto con los años crecería dentro de ella.
Una bocina desesperada provoco que Sofía abandonara el mundo de sus recuerdos para retornar violentamente a la realidad.
Observo como un conductor agredía verbalmente a un hombre que se disculpaba por haber cruzado con la luz roja.
Daniel sonreía mientras caminaba.
- si yo fuera el conductor lo golpearía hasta el cansancio para que aprenda – dijo mientras no soltaba el brazo de su hija
- papa a veces eres tan extremista – le dijo su hija mientras no dejaban de caminar.
Todo parecía tan calmado cuando un grito de alto surgió de forma imprevista.
Ambos encima giraron ya que el grito había provenido de atrás, enseguida Sofía observo a un hombre correr con una billetera en la mano, un joven que no tendría mayoría de edad, parecía tan solo un niño y tenía un aspecto descuidado.
Sofía se adelanto unos pasos pronto para atacar al niño pero Daniel la estiro para atrás, en ese segundo ambas miradas se cruzaron la de su padre era preocupación y la suya rencor, Daniel la agarro del brazo y corriendo casi la llevo hacia la casa.
En cuanto estuvo adentro cerro con llave y giro para ver a su hija quien seguía furiosa.
- DEBISTE DEJARME ASESINARLO – le grito a su padre
- No, había testigos –
- soy el ángel – dijo ella
- te olvidas que la mitad de tus victimas estaban drogadas y la otra mitad tomadas hasta el punto que ninguno de los ocho podía pararse, no eres dios hija, eres una simple persona, no olvides eso, espero que con esto entiendas el motivo por el cual no puedo dejarte salir sola –
Sofía asintió en silencio, su padre entro a bañarse al rato, no volvieron a hablar hasta que el salio, se puso su traje, su corbata, agarro su maletín y camino hacia la puerta, antes de girar
- hija lo lamento, solo me preocupa tu seguridad, ahora entiendes porque no puedes salir sola, la gente es traicionera, el mundo este es traicionero, me iré, NO SALGAS, entra o mira la televisión y busca información de la victima numero nueve Carlos Rulle, adiós te quiero -
Sofía miro la puerta cerrada durante varios minutos, no buscaría información, no entrenaría, haría lo que quisiera, estaba harta de vivir encerrada, estaba harta de no tener amigos, de no vivir una vida normal, de ser obediente, así que por primera vez en su vida no obedecería las reglas, agarro su cartera colocando el celular en ella el cual solo tenia agregado a Daniel, un poco de dinero para prevenir y el arma que siempre era necesaria en caso de emergencia, aunque únicamente salía para dar un paseo.
Finalmente Sofía con la cartera en mano, abrió el pestillo y salio al mundo exterior sin nadie que la acompañara.
Ella no podía imaginar que ese día su vida cambiaria para siempre, para ella y para Daniel.
Al momento de salir levanto la vista hacia el cielo como siempre lo hacia y se tapo los ojos, el sol brillaba como nunca, sonrío convencida que ese día, seria un buen día.








Capitulo 2
Dos vidas difíciles



Capitulo 2
Dos vidas difíciles



Hugo Morgan caminaba por su oficina, dando vueltas en círculos mientras en su mano sujetaba una lata de cerveza.
Fumaba un cigarro y tenia la mirada fija al vacío.
Siempre hacia lo mismo cuando estaba concentrado, cuando quería pensar.
Fotos de los ocho cuerpos y artículos de diarios colgaban de una cartelera blanca en la pared pegados con cinta adhesiva, artículos y fotos que habían sido estudiados incontables ocasiones.
Para ninguna persona es fácil perseguir a un asesino que el pueblo apoya y para Hugo tampoco lo era, mas cuando estaba de acuerdo con aquel criminal, pero aun así ponía todo su esfuerzo en atraparlo.
Hugo Morgan dejo de caminar y se arrojo sobre su silla de escritorio y sentado en ella comenzó a girarla mientras bebía un trago.
Su equipo de investigación estaba entrevistando a familiares y amigos de las victimas mientras que otros estaban investigando ex oficiales que dieran con el perfil del ángel.
Ese maldito estaba en algún lugar, tal vez sentado viendo las noticias o acostado en la cama durmiendo, tal vez tenia a la novena victima en sus manos y ahora mismo la estaba torturando.
Tal vez… tal vez… tal vez… toda su investigación se basaba en tal vez.
Maldijo para sus adentros mientras terminaba de tomar su ultimo gran trago de cerveza, luego imagino que la cesta de la basura era un aro de basketball y la lata la pelota, entonces aprontándose como si fuera un gran jugador que si metía la pelota en el aro hacia que su equipo ganara, arrojo la lata quien cayo perfecto en la cesta, apago el cigarro y se levanto, no soportaba seguir en esa oficina.
Cuando salio, cerró la puerta con llave y al retirarse saludo a su secretaria Carolina Bravo.
Carolina era muy joven tenia tan solo treinta años pero mostraba la madurez de alguien de setenta, siempre responsable trabajadora y atenta, Hugo no se consideraba una persona que cayera bien a la gente, no tenia muchos amigos solamente gente que hablaba por educación, pero Carolina Bravo era la excepción a la regla.
La secretaria de cuerpo delgado, un pelo dorado enrulado y unos lentes pequeños y cuadrados se encontraba frente a su computadora anotando unos registros, cuando Hugo salio levanto la vista y lo saludo.
- hola jefe – dijo la fiel secretaria
- Carolina – dijo Hugo – necesito un poco de aire, vuelvo luego –
La secretaria sonrío y continúo con su trabajo. En el trayecto por el departamento de homicidios Hugo saludo a pocas personas comparada con todos los que se cruzo solamente o cuatro o cinco oficiales y luego abandono el departamento.
Nadie le criticaba por irse, en sus primeros meses el detective Morgan había atrapado a varios delincuentes, era muy bien visto por sus superiores y prácticamente gozaba de libertad absoluta para moverse a su gusto, incluso hacían la vista gorda cuando Hugo bebía whisky, cerveza u otro tipo de alcohol cuando trabajaba, todos en la oficia decían que tarde o temprano le cortaría las alas al ángel, corrían grandes apuestas respecto a cuanto tiempo le llevaría hacerlo.
Hugo Morgan llego a su hogar y luego de dejar las llaves sobre la mesa de la sala principal se recostó en el sillón sumergido en sus pensamientos respecto al ángel, sabia que lo atraparía, era solo cuestión de tiempo, así pensando en esto Hugo se durmió.
Cuando se levanto con gran dolor de cabeza, su mente se encontraba mucho mas despejada y sus ideas mas claras, hasta este momento el ángel lo veía como un hombre, alguien importante dentro de la delincuencia y que así había logrado acercarse a sus victimas, alguien con gran fuerza y así estar preparado en caso de que hubiera que usarla, pero ahora una nueva idea paso por su mente.
Tal vez no buscaba a un hombre, tal vez buscaba a una mujer y no una mujer cualquiera si no alguien hermosa, alguien que no levantara sospecha, todas las victimas habían sido hasta ese momento hombres, ninguno tenia señales de violencia física al momento en el cual fueron asesinados, por lo tanto ellos le habían dado confianza, ellos le habían permitido entrar ¿porque? Debido a que no era alguien que despertara sospecha, una mujer.
Tenia sentido… esta podía haberlos empujado hacia la idea de tener un acto sexual, así en el momento de mayor debilidad del hombre haberlos ejecutado, fue corriendo hacia la computadora, la prendió y comenzó a armar el nuevo perfil de un posible asesino o mejor dicho, asesina.
Tres horas después cuando Hugo Morgan entro en el departamento de homicidios, golpeo tres veces la puerta del director y tras el grito de ADELANTE Hugo entro en ella sonriente con una carpeta roja.
- lea esto señor – le dijo depositando la carpeta en el escritorio de su jefe Facundo Ardohian, Facundo tenia unos sesenta y tres años y le faltaban tan solo unos meses para poder jubilarse, se rumoraba que cuando terminara el caso del ángel Facundo se iría, tenia una esposa de unos ochenta años y un hijo que seguía los pasos de su padre y su posible sucesor cuando este se fuera.
Facundo agarro el informe y Hugo no pudo evitar una sonrisa al observar la ridícula peluca que cubría la cabeza de su jefe, tenía terror a la calvicie, Facundo era un hombre robusto y alto con un poblado bigote canoso y una ridícula peluca.
- bueno señor, volveré mas tarde, es hora de ir a ver que ocurrió con mis trabajadores -
Facundo asintió y Hugo abandono su oficina.
Cuatro horas mas tarde Hugo llego a su casa y se arrojo en la cama sin desvestirse durmiéndose enseguida.
Hugo tenia unos cuarenta y nueve años, divorciado, padre de una hija que no veía desde hacia varios años, un hombre canoso de pelo que le llegaba hasta la nuca, su barba siempre afeitada nunca era notoria.
Para su edad Hugo se mantenía en forma, y todas las mañanas al despertarse tras tomar un té salía a correr durante una hora luego llegaba, se duchaba y acudía al trabajo.
Hugo nunca había sido de tener muchos amigos, más bien era un hombre solitario que disfrutaba leer, trabajar y estudiar, así había llegado al cargo que ocupaba hoy, Carolina era su única amiga con las que conversaba constantemente y salía debes en cuando.
El padre de Hugo Morgan había fallecido hacia ya varios años y la madre de Hugo se encontraba internada en una casa de salud, Hugo había intentando cuidar de ella hacia años pero esta no caminaba, hablaba, se movía, o daba alguna señal de vida, no podía estar siempre pendiente de ella porque su horario de trabajo no le permitía y no confiaba en ninguna empleada, igual la visitaba a diario, tenia esperanza que algún día se recuperara, no tenía tíos, primos o hermanos por lo que tampoco tenía un apoyo familiar en quien contar.
Hugo decidió desconectarse del trabajo unos minutos, sujeto la notebook y comenzó a chatear, la computadora lo alejaba de todo.

Facundo Ardohian se encontraba reunido junto al resto de los superiores del departamento de homicidios, en la reunión había un total de cuatro de los dirigentes y el.
Todos tenían una copia del perfil del ángel armado por Hugo.
- me temo que este no es un avance – dijo uno de ellos dejando la carpeta a un lado – va a tener que retirar a Hugo Morgan del caso, me temo que no esta avanzando -
- denle otra oportunidad – pidió con paciencia Facundo intentando apaciguar la situación – Hugo es bueno y se que es el quien podrá atrapar al ángel solo necesita tiempo –
- me temo que no tenemos tiempo, la prensa esta sobre nosotros Facundo –
Este asintió.
- lo se, escuchen propongo algo, yo me hago cargo de lo que haga Hugo Morgan en caso que falle y haya una novena victima seré yo quien tome la responsabilidad, confío en Hugo, es mi mejor hombre -
Todos se miraron entre ellos y finalmente asintieron con la cabeza.
- de acuerdo pero si existe una novena victima me temo que sacaremos a tu hombre del caso y pondremos a alguien de nuestra confianza -
A pesar de no estar conforme Facundo tuvo que aceptar.
Minutos después todos se levantaron y le estrecharon la mano amistosamente, cuando se fue la mirada de Facundo quedo dirigida hacia la puerta, un cadáver mas… tan solo pedía que no apareciera un cadáver mas

Luego de unas intensas cinco horas de computadora, Hugo finalmente decidió dormirse.
Tras acostarse y ver un rato de televisión cayó dormido preso del cansancio.
Apenas el despertador sonó a las siete de la mañana Hugo se levanto, tomo un té y salio al trabajo, no sin antes comprarse un whisky en el camino, amaba el whisky.
Apenas llego Carolina le aviso que Facundo Ardohian lo buscaba en su oficina por lo que llego, dejo el whisky, su saco y fue directo a la oficina de su superior.
Apenas llamo noto que este lo estaba esperando.
Entro en la oficina, saludo a su jefe y se sentó en su escritorio, este le hizo gesto que esperara unos minutos termino de escribir algo en su computadora y finalmente retiro las manos del teclado para mirar a los ojos al detective de homicidios.
- necesito resultados Hugo, la prensa me presiona, la dirección me presiona hace una semana que no tenemos noticias del ángel y llevamos tres meses investigándolo -
- estamos buscando – dijo Hugo mientras estiraba sus manos – sospecho que estamos cerca –
- ¿algún sospechoso? – pregunto Facundo
- aun no, pero dame unos días, tengo un presentimiento y se que lo atrapare, tu me conoces Facundo -
- de acuerdo, de acuerdo – dijo este seriamente – confío en tus presentimientos, ahora ve y encerremos a ese hijo de puta tras las rejas –
Hugo sonrío y se dirigió a su despacho, agarro un vaso de un cajón, destapo la botella de Whisky y tomo un sorbo largo, ahora era personal, no solo debía atrapar al ángel porque era su deber si no porque su trabajo y reputación estaban en juego, ya no importaba si compartida sus ideales, era hora de jugar seriamente.

La segunda cachetada resonó en la piel de Maximiliano quien con su mano derecha se acaricio la zona golpeada.
Su madre le miraba con furia y el tardo unos segundos en regresar a la realidad, esta vez el golpe había sido excesivo.
Su madre agarro a Maximiliano del brazo y lo empujo con violencia y este cayo a la cama.
- no quiero que vuelvas a desobedecerme – le grito con rabia – ojala tuviera un hijo que en verdad sirviera, si tu padre estuviera acá se avergonzaría de vos, por esa razón nos abandono -
Nos abandono porque no quería soportarte vieja loca sintió la tentación de gritar Maximiliano pero se resistió, eso habría generado más golpes después, en ves de eso se limito a no hacer nada, agachar la cabeza mientras su madre se desahogaba.
Solo había olvidado limpiar su habitación… nada más.
- si supieras el asco que siento de ti, la vergüenza al decir que sos mi hijo – escupió ella con rabia mientras Maximiliano se levantaba de la cama – NO te he dicho que te levantes – nuevamente lo arrojo con desprecio.
Maximiliano la miro con desprecio, ojala muriera, ir a un hogar para jóvenes sin padres no podía ser peor que eso.
- ahora me iré pero vuelvo en una hora mas te vale que este todo limpio a mi regreso.
Maximiliano asintió con la cabeza y su madre con ruidosos pasos abandono la habitación maldiciendo aun cuando salio de ella y escuchándose sus gritos de ¿que hice yo para merecer esto? o “siempre creí en ti dios y me pagaste con un hijo tan inútil”
Poco después se escucho el ruido de la puerta al cerrarse y el motor del auto alejarse por la calle.
Por fin se había ido.
Maximiliano agarro un adorno de vidrio que era un corazón con el dibujo del emblema de su cuadro de futbol favorito, lo arrojo contra la pared y este exploto en varios pedazos.
Maldita mujer…maldita vida que llevaba.
Maximiliano era un joven de tan solo diecisiete años, que vivía solamente con su madre, una mujer alcohólica, maltratadora que trabajaba en una inmobiliaria estafando gente inocente.
Acudía al colegio pero no le prestaba mucha atención… prefería fumar, jugar al futbol y estar con mujeres, disfrutaba el deporte, el alcohol, las peleas a la salida del colegio del cual el setenta por ciento formaba parte de ellas.
Dos veces había sido detenido, una por una pelea en la calle con un hombre que lo había mirado de malos modos y otra por hacer mucho problema a la salida de un baile cuando estaba alcoholizado.
A pesar de todo eso, no se atrevía a contradecir a su madre.
Le temía como a nada.
Miro la hora en su celular… eran las doce del medio día, en tres horas se encontraría con Jazmín, una joven hermosa de su clase con la que únicamente buscarían un telo en el cual tendrían sexo y luego se separarían y continuarían sus vidas de solteros, pero faltaba varias horas para eso.
Maximiliano prendió la televisión y decidió mirar un poco haciendo zapping por varios canales y tras varios minutos de cambio de canales sin nada bueno que ver se quedo dormido control en mano.
Su sueño fue muy extraño… el era un rey y todos se arrodillaban frente a el, le pedían autógrafos que bendiciera a sus hijos y muchas mujeres hermosas le proponían ellas a el matrimonio.
Cuando se despertó debido al grito de una mujer que provenía la televisión, el programa de concursos había terminado para dar inicio a una película de terror mala donde una mujer gritaba desesperada mientras una bestia con ojos rojos la perseguía por la ciudad, desgraciadamente para la mujer era de madrugada y la calle estaba vacía por lo que la bestia llego a ella y tras una mordida la mujer miro fijamente a la pantalla gritando y a continuación cambiaron de escena, Maximiliano apago la televisión, odiaba esas películas así, predecibles.
Miro la hora del reloj de pared que estaba encima de la televisión. Maldita sea se había dormido.
Maximiliano se levanto enseguida e intento llamar a Jazmín pero tras varias llamadas esta no respondió, supuso que debía estar ofendida, y razón tendría.
Decidió que iría a verla a la casa mas tarde pero primero debía limpiar su habitación antes que su madre llegara, aun sentía adolorida la zona donde esta le había golpeado y no quería tener otra pelea así a su regreso.
Limpiar todo le llevo unos cuarenta y cinco minutos y unos cinco minutos mas sacar la basura, debía ducharse, vestirse prolijamente e ir a la casa de Jazmín disculpándose por lo ocurrido, seguramente comprara bombones al salir se dijo para sus adentros y tras buscar ropa limpia fue a la bañera.
Sus baños solían durar bastante.. Maximiliano disfrutaba el agua bien fría entonces para el, el agua siempre estaba bien, usaba la bañera para pensar en lo que había hecho bien y mal y también para pensar en lo mucho que odiaba a su madre y a su padre por haberle abandonado.
El baño duro media hora y al salir Maximiliano se vistió, agarro su billetera, llaves y abandono la casa tras trancar, en dos horas volvería su madre y no querría estar allí en ese momento.
Lo que menos imaginaba Maximiliano que nunca mas en su vida volvería a ver esa casa.

La calle estaba llena de gente y el calor era abrumador, Maximiliano caminaba con paso firme decidido a disculparse como todo una persona decente.
La casa de Jazmín era a unas nueve cuadras por lo que tendría que caminar.
Tardo unos quince minutos, mientras caminaba pensaba posibles disculpas, frases que decir y como recompensarla además del regalo que le compraría en el camino.
Un fuerte ruido seguido de un disparo sonó en la calle.
Maxi giro tras un fuerte grito de ayuda cuando giro la cabeza vio a un joven con un casco de moto cubriéndole la cabeza acababa de disparar a una anciana que se encontraba en la calle sangrando y gritando con pánico, el ladrón corría con el arma en la mano y la cartera en la otra.
Todos miraban sin hacer nada, Maldición le acaba de disparar a una mujer.
Maximiliano se decidió.
Y salio corriendo en persecución del criminal con el casco de moto azul en su cabeza cubriendo su rostro.

**SOFIA: cap 21,22,23,final

*Sofia: cap 21,22,23, final.
Capitulo 21
El escape



Sofía regreso sobre las seis de la madrugada.
Pronto la policía llegaría seguramente, se decía ella mientras se sentó en la cama.
Tapándose el rostro con ambas manos se recostó y cerró los ojos mientras estaba convencida que no se dormiría, sabia que debía abandonar la casa, necesitaba solamente unos pocos minutos de paz y luego de un minúsculo descanso, abandonaría la casa y no retornaría, buscaría un teléfono fijo en alguna calle y una vez hecho llamaría a la policía entregando su dirección, para cuando llegaran seria demasiado tarde, Daniel iría preso, Maximiliano seria atendido en un hospital y ella libre para recorrer el mundo.
Lo difícil es como seguiré después, Daniel tiene una casa en la playa fuera de aquí, pero quedarme allí puede ser peligroso, tal vez pueda ir un día o dos y organizar con más tranquilidad como seguiré.
Fue un fracaso.
Sin darse cuenta Sofía fue arrastrado al mundo de los sueños durmiéndose profundamente en su cama mientras al mismo tiempo Dante daba su nombre a la policía.
Sofía despertó de un sobresalto al darse cuenta lo que había ocurrido, se había dormido.
Se maldijo para sus adentros y se levanto enseguida.
Acudió al cuarto del abogado donde ahora descansaba Maximiliano, coloco su mano sobre la frente de este y con angustia noto que la fiebre había aumentado, hacia solo dos días que había sido atacado y Sofía sabia que si no lo hospitalizaban nunca sobreviviría.
Ha llegado la hora de abandonar este lugar
Miro hacia la puerta del sótano…Daniel aun encerrado allí, Maximiliano en coma.
¿Qué he hecho? Pensó Sofía mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas.
Camino hacia su habitación y preparo la mayor cantidad de ropa que pudo en un bolso.
Luego fue al ropero de su padre adoptivo y saco la caja donde Daniel guardaba la plata.
Había bastante.
Guardo toda en su bolso, también varias cosas de valor que podría cambiar por dinero, un reloj de oro, varias joyas que Daniel guardaba como recuelo de su madre.
Vacío cada cajón buscando cualquier objeto de valor mientras a su lado en la cama Maximiliano se debatía entre la vida y la muerte.
Espero estar haciendo lo correcto, pronto la noticia de mis dos últimos crímenes saldrán en todos los noticieros y si esa persona me ayudo fue por algo, me investigo, no se como llego a mi y probablemente nunca lo sabre, pero debo irme ahora que tengo tiempo
Luego que todo estaba vaciado se acerco a Maximiliano y se arrodillo ante la cama.
Coloco su mano sobre la suya y la apretó con fuerza y con cariño.
- mi amor, se que no me escuchas – dijo lenta y dolorosamente, llena de culpabilidad por la situación del joven – se que no lo haces, pero aun así, quiero. Necesito, despedirme de ti -
Maximiliano se movió pero no en señal de haber escuchado si no de estar siendo atormentado en pesadillas.
- lamento todo esto amor – continuo ella – te recuperaras y tendrás una vida normal, yo desapareceré y nunca me atraparan pero tu, te mereces vivir, te mereces lo mejor, te quiero, adiós –
Y sin atreverse a mirar atrás, por miedo a lo que pudiese llegar a hacer Sofía abandono la habitación dejando a Maximiliano solo e inconsciente.

Hugo y Vladimir se miraron fijamente durante dos cortos segundos, donde no había en su mirada una complicidad, compañerismo o felicidad, si no que había cierta competencia ambos querían atrapar al ángel, uno por ideal y el otro por ambición de poder.
- vayan a la casa de Adrián Montes, en las afueras en el campo, cerca de la ruta cinco, kilómetro nueve, ahí encontraran el cuerpo suyo y el de su novia junto al símbolo de el ángel -
Vladimir lo miro fijamente y sujeto el teléfono.
- hola, manda a una patrulla a la casa de Adrián Montes, ruta cinco, kilómetro nueve rápido -
Luego colgó y los tres se miraron fijamente.
- ¿Qué tan seguro estas? Es una acusación grave –
- lo vi yo mismo cuando asesinaba a Adrián Montes – dijo Dante sonando convincente – cuando llegue la comprobación de lo que digo, les daré la dirección de Sofía Hernández…obvio primero quiero que deposites el millón en mi cuenta bancaria –
Vladimir dejo entrever una mueca que quiso parecer una sonrisa.
- cuando tengamos a esa hija de perra tras las rejas depositare el dinero prometido y te aseguro que durante años tu nombre saldrá en las portadas de todos los diarios del país, pero si llega a ser una falsa noticia y solo quieres esa plata. Bueno no quisiera estar en tu lugar -
Dante abrió su maletín y saco una serie de fotos y se las extendió a ambos detectives, estos las examinaron.
- concuerdan con la descripción – dijo Vladimir mas para si mismo que para el resto
Es ella se dijo Hugo realmente es ella, Sofía, así te llamas
La noticia llego unos treinta minutos mas tarde.
Un oficial entro e hizo un gesto de saludos a los tres reunidos en la oficina.
- efectivamente señor Adrián Montes y su mujer han sido asesinados por el ángel -
Vladimir asintió.
- lo tenemos – dijo alegre
Hugo no hizo comentario, sabia que los encontrarían.
- luego nos explicaras como conseguiste todo esto – dijo Vladimir a Dante - quédate aquí, te pondremos escoltas de momento y nosotros iremos a efectuar el arresto, claro Hugito que quieras no ir por miedo -
Hugo se acerco a Vladimir y puso una mano sobre la muñeca de este.
- llevo mucho tiempo esperando este momento – dijo
Vladimir lo empujo y Hugo se soltó.
- bien, después tú y yo arreglaremos cuentas, vamos -
Cuando iban a salir y Dante quedaba atrás la puerta se abrió y Carolina entro rápidamente.
- tu vienes con nosotros – dijo Hugo amarrándola del hombro – te mereces estar en ese arresto tanto como nosotros –
Vladimir no dijo nada pero sus ojos centelleaban furia, odiaba tener que compartir el arresto, pronto se encargaría de ellos.
Ya he expulsado a Hugo una vez a la segunda no volverá, y esta vez se llevara a su secretaria con el
- ¡Atención todos! Tenemos la dirección del ángel, vamos efectuar el arresto y a revisar la casa -
– apróntense, Carolina, Hugito y yo vamos en el auto negro, quiero a cinco patrulleros atrás nuestro con cuatro hombres armados en cada uno, rodeen la casa y no dejen que se les escape, vamos –
Cinco minutos después un auto negro salio al frente seguida de una caravana de patrulleros con las sirenas prendidas.
La cacería pronto terminaría.
La gente llena de curiosidad veía la caravana, se produciría el arresto más importante de la historia en aquella solitaria ciudad.
Mientras conducía Vladimir tenia un brillo intenso en los ojos, brillo que parecía fuego, sentía placer, emoción y felicidad, su nombre pasaría a la historia.
El cielo poco a poco fue cubierto por intensas nubes que pronosticaban una gran lluvia pronto.
Tal como se esperaba las gotas comenzaron a golpear los vidrios de los vehículos policiales, aun así eso no freno la marcha…ya estaban cerca.
Muy cerca
Pensó Vladimir
Por fin pagaras lo que me hiciste en el cementerio
Pensó Hugo
Toda esta cruel historia terminara
Se dijo Carolina

Sofía recogió la grabadora que había utilizado para hacer que Michael Tras confesara y en ella grabo una confesión detallada donde incriminaba a Daniel, hablaba de la inocencia de Maximiliano y confesaba todos sus asesinatos.
Luego había una última cosa que hacer, dejo el bolso sobre la mesa y se dirigió a la prisión del abogado.
La puerta del sótano se abrió lentamente
Daniel la miro esperando ver a la persona que apareciese en ella con una mezcla de temor y de sorpresa.
- Sofía – dijo finalmente cuando esta apareció
- la policía vendrá pronto, estoy segura -
Daniel abrió los ojos bien grandes.
- debes escapar -
Ella asintió.
- si, me iré ahora, Maximiliano esta en tu habitación, cuando vengan y te detengan diles que necesita ser internado de urgencia-
La mirada de Daniel paso de la lastima a la furia.
- ¡No les diré nada, ese hombre maldijo arruino nuestras vidas!-
Sofía pasó de la compasión al rencor.
- tu arruinaste nuestras vidas. Era una niña inocente y llenaste mi cabeza de mentiras, engaños y violencia -
- era necesario Sofía, Ni tú sabes cuantas vidas has salvado de morir, cuantas jóvenes no fueron violadas gracias a que acabaste con sus atacantes antes -
- ¡MERECIA UNA VIDA NORMAL! –
- tenias una misión, tu misión –
- todo fue un conjunto de mentiras y ahora vas a pagar por eso, grabe una confesión y la deje sobre la mesa, en ella te muestro como la mente intelectual de todos los crímenes y hago una confesión abogado, mucha suerte -
- te vas a arrepentir de esto hija – dijo Daniel casi suplicando – no desperdicies todo lo que hemos construido –
Sofía deposito el arma que tenia con ella en el suelo y dio la vuelta para abandonar el sótano
- espero que seas hombre y hagas lo que debes hacer – dijo señalando el arma a su lado - yo no he construido nada, padre – escupió esta ultima palabra con asco – adiós –
Los gritos de Daniel resonaron en todo el sótano mientras Sofía cerraba la puerta.
Iría a la casa en las afueras de la ciudad de Daniel y luego escaparía, escaparía para no volver.

El moderno auto negro seguido de los cinco patrulleros cada vez estaba mas cerca.
Los periodistas comentaban en los noticieros que se sospechaba que el ángel había sido descubierto e incluso el canal nueve había enviado a un helicóptero el cual seguía la marcha desde los aires.
La noticia estaba en todos los canales y nadie conocía todavía detalle alguno de la situación.
Las sirenas alertaban a cualquier vehiculo que se metiera en su camino.
La lluvia empeoraba cada vez más, pero ninguno prestaba atención, todos estaban muy concentrados en lo suyo.
Ya faltaban pocas cuadras.
Vladimir cargo su arma.
Si tengo que matarla, la matare a ella y a su cómplice

Sofía cargo el bolso a su espalda.
Conocía como ir a la casa de campo, allí pasaría algunas horas mientras planeaba su rumbo, quedarse más tiempo allí era un peligro.
Sofía salio por la puerta principal y cerro con llave, camino en reversa sin dejar de ver la casa donde había crecido, había vivido y siempre pensó que iba a morir.
Sin decir mas nada se alejo cuando escucho un número de ruidosas sirenas acercarse, Sofía acelero el paso y se perdió de vista, dio una última mirada a la casa a tiempo para ver como un auto negro y varios patrulleros se detenían.
Estaba en lo correcto
Y lentamente, sin llamar la atención dejo el lugar atrás, a los diez minutos ya estaba en el ómnibus en dirección al campo.
Vladimir sin ponérselo a pensar dos veces corrió hacia la puerta principal desenfundando el arma y apuntando a ella, golpeo una vez, dos, tres, cuando vio que nadie respondía disparo a la cerradura y luego la abrió de un fuerte golpe.
Hugo entro atrás de el con paso mas dudoso, no estaban actuando bien.
Un gran número de policías rodearon la casa mientras los curiosos vecinos se acercaban.
Hugo observo una fotografía junto a un mueble y levanto la foto y la observo varios segundos.
- es ella – dijo Hugo convencido
- ¿a si? ¿Como lo sabes Hugito? – sonrío irónicamente Vladimir
- porque – por fin se decidió a hablar – porque yo la vi y se me escapo –
Vladimir miro fijamente a Hugo y le apunto con el arma.
- ¿Qué quieres decir? –
- tuvo un presentimiento, lo seguí y di con ella, la atrape y me descuide solo un segundo, Sofía se me escapo –
- ¡Ja! – Vladimir dejo entrever una carcajada – ya tengo la excusa para sacarte de aquí, ve adelante traidor – dijo
Hugo sin saber que hacer le hizo caso y Vladimir le seguía de atrás sin dejar de apuntarle.
Lo primero que encontraron fue la grabadora encima de la mesa.
Hugo apretó Play y reconoció enseguida la voz del cementerio:
“Yo soy Sofía Hernández, adoptada por Daniel Hernández, me conocen como el ángel, asesino serial y están en lo cierto, asesine a diecisiete personas, en mi defensa digo que todos ellos lo tenían merecido, Maximiliano Díaz fue un testigo el día que asesine al ladrón callejero, yo sin saber que hacer lo deje inconsciente y encerré en el sótano, el nunca asesino a nadie, en este momento esta en la habitación de Daniel, mi padre, cómplice de todos los homicidios y el creador intelectual de todos ellos, merece una pena igual a la mía, Maximiliano fue herido de gravedad y en este momento se encuentra debatiéndose entre la vida y la muerte en la habitación de Daniel, debe ser llevado a un hospital enseguida, he encerrado a Daniel en el sótano, con eso podrán incriminarle por todos los crímenes, en cuanto a mi…. No me busquen, desapareceré”
Un minuto de silencio.
- vamos al sótano – dijo Vladimir sin dejar de apuntar a Hugo, este asintió y se dirigieron a la puerta del sótano la cual estaba con tranca, cuando la abrieron el abogado se encontraba sentado en el suelo con la mirada perdida.
Vladimir sonrío.
Daniel levanto la vista.
- con que han llegado – dijo fríamente
- tarde o temprano lo haríamos – comento Hugo
- ajam – dijo Vladimir – solo que esto es mío, cuando se descubra Hugito que retuviste información importante que podría haber ayudado a detener al asesino mucho antes ¿crees que seguirás a mi lado? Vos caerás, maldito hijo de –
Lo que ocurrió ahora fue tan inesperado que ninguno estaba preparado.
Daniel apunto con el arma, la cual tenia escondida a Vladimir, en otra ocasión habría fallado en vista que no era buen tirador.
Pero….
¿Que tengo que perder ahora? Perdí todo, Sofía necesita tiempo perdóname hija
Disparo sin pensarlo dos veces antes de arrepentirse
La bala impacto en el rostro de Vladimir quien con cara de sorpresa cayó al suelo.
La segunda bala rozo al oficial pero no impacto en el
Hugo se apronto para sacar su arma pero no tuvo tiempo.
Daniel coloco la punta del arma en su boca y apretó el gatillo cerrando los ojos.
- lo lamento -
Disparo con la mano temblorosa mientras apretaba el gatillo, ese mismo instante el abogado murió.
El segundo disparo hizo mas eco que el primero, sonando en todo el sótano.
Varios policías acompañados de Carolina Bravo entraron en el sótano enseguida.
En el suelo descansaba el cuerpo de Daniel Hernández sin vida.
Uno de ellos corrió hacia su superior en el suelo alrededor de un charco de sangre.
- esta vivo – dijo colocando la mano en el cuello de Vladimir.
- aun tiene pulso –
Hugo no respondió, aun no se recuperaba del golpe emocional.
Carolina al ver la palidez de su jefe hablo por el.
- llamen a una ambulancia -
Uno de los policías asintió con la cabeza y abandono el sótano.
Diez minutos más tarde una ambulancia llevaba a Vladimir casi sin vida en una camilla y una segunda ambulancia llevaba a Maximiliano Díaz el cual había sido encontrado en la habitación del abogado.
Aun entreverado entre una mezcla de sentimientos, junto a su fiel secretaria y amiga Carolina Hugo comenzó a revisar en la habitación del abogado, Sofía se les había escapado y la necesitaban.
El cadáver del abogado fue transportado a la morgue directo.
El dolor en el oficial estaba presente, odiaba a Vladimir y sabia que Daniel merecía lo ocurrido, pero aun así el final había sido cruel, Vladimir pronto moriría en el hospital suponía.
Todos los canales de televisión y programas e radio hablaban de lo ocurrido
También la televisión mundial.
- ¡LO ENCONTRE! – Dijo Carolina luego de media hora de búsqueda – una dirección de una casa de verano a nombre de Daniel Hernández, Sofía tal vez este allí –
Hugo sujeto el documento entre sus manos y lo miro con sorpresa-
Importante detalle olvidado por Sofía.
Sin explicación a su secretaria ni a Facundo Ardohian el cual estaba afuera, ni a los periodistas, Hugo inicio una carrera hacia su auto, antes que nadie pudiera decirle nada y siendo filmado por mas de quince cámaras Hugo subió al coche anteriormente manejado por Vladimir y se dirigió hacia las afueras de la ciudad, hacia la casa de campo de Daniel Hernández.
Sofía… voy por ti
Finalmente el auto se perdió de vista ante la miradas repleta de sorpresas por partes de los testigos.








Capitulo 22
Difícil decisión



Sofía dejo sus cosas sobre la cama y prendió la televisión.
Se quedaría algunas pocas horas nomás.
Enseguida la lluvia de titulares en los diferentes canales se destacaron “DESCUBIERTA IDENTIDAD DEL ANGEL, SIGUE PROFUGA” “MAXIMILIANO DIAZ INOCENTE ES INGRESADO AL HOSPITAL” “VLADIMIR TORRES SE DEBATE ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE”
Sofía suspiro nerviosa.
Al menos ya se que Maximiliano se encuentra en un hospital bien cuidado
Sintió una mezcla entre alegría y tristeza cuando la noticia del suicidio de Daniel llego a los canales, la información comenzaba a filtrarse, se decía que un informador que aun se desconocía había obtenido el nombre del ángel.
Otros hablaban de las dos últimas muertes provocadas por Sofía Hernández, reconocida asesina serial.
Luego vino una rueda de prensa.
-buenas tardes mi nombre es Facundo Ardohian – dijo el superior de Hugo y de Vladimir ante varias cámaras – se que quieren hacer preguntas pero déjenme hablar a mi primero -
Todos los periodistas cesaron los murmullos.
- ahora bien, si Sofía Hernández es el ángel, fue confirmado, no solo por las evidencias si no que también por una confesión grabada que ella misma dejo -
- ¿Dónde se encuentra Hugo Morgan? – pregunto uno de los periodistas ignorando el pedido de Facundo
- no lo sabemos, abandono la escena luego de lo ocurrido con Vladimir Torres, antes que pregunten del estado del oficial, esta en peligro, los médicos están intentando evitar que muera pero dicen que si situación es extremadamente delicada –
- ¿Sofía Hernández debe pagar? –
Facundo se mostró notoriamente molesto por esta pregunta.
- obvio que merece pagar, es una asesina serial como cualquier maldito delincuente de este país, ya será juzgada ante tribunales como debe ser y yo me asegurare que reciba la condena máxima -
Sofía apago el televisor.
- eso si puedes hallarme, perro -
La cacería comenzaría pronto.
Debía estar preparada.
Debo abandonar el país, me iré en ómnibus a algún país limítrofe y comenzare de nuevo, tal vez pueda irme al campo abierto y vivir allí tranquila, debo irme a algún lugar alejado de todo, no se tal vez aprenda a cazar o me mantendré con lo que me brinde la naturaleza, no lo se, pero ahora mi foto estará en todos los canales y paginas de Internet del mundo. Necesito irme, comenzar de cero, Maximiliano cuídate mi vida.
Con calma y paciencia Sofía deposito todo el dinero sobre la mesa y comenzó a contarlo y ordenarlo.
Luego de quince minutos termino y suspiro aliviada, le daría para abandonar el país.
Esta pesadilla pronto terminara
La puerta se abrió estruendosamente.
Sofía se levanto de la mesa y busco una salida con la mirada, finalmente rendida giro hacia la puerta principal de la cabaña.
Hugo Morgan estaba allí parada, con arma en mano.
Sofía palideció.
- me encontraste – dijo
Hugo asintió.
- finalmente ángel -
Sofía asintió, tenia razón, por alguna razón siempre supo que este momento llegaría, tenían que ser ellos dos.
- es como si siempre hubiese estado escrito – dijo Sofía
- quise alejarme del caso cuando me lo quitaron, pero mi mente siempre estuvo en ti, necesitaba llegar hasta acá –
Sofía hizo un gesto afirmativo con la cabeza.
- siempre que te vi dando notas, o en el cementerio, me generaste cierto respeto, no como Vladimir -
- déjame llevarte por las buenas – dijo Hugo – y terminemos con todo esto de una vez –
- ¡No puedo! –
- por favor entrégate – dijo Hugo – si no… -
- ¿me amenazas? creí que tenías honor –
- no te amenazo Sofía, pero si no te puedo llevar por las buenas deberé hacerlo por las malas –
- ¿porque? Por salvar a este maldito país de diecisiete hijos de perra que merecían morir –
Hugo no dijo nada, solo espero en silencio, finalmente dijo.
- en esto tienes razón, pero las leyes son las leyes –
- ¡MALDIGO A TUS MALDITAS LEYES!-
Hugo levanto el arma apuntando directamente a Sofía.
- terminemos esto, vamos Sofía, tu padre murió, tu foto esta en todo el mundo en este preciso momento ¿Cómo escaparas? ¿Qué vida esperas tener? -
- no lo se – reconoció ella – pero algo mejor que la prisión –
- no tienes ninguna mejor opción que elegir, recapacita, te buscaran, te atraparan y tarde o temprano será peor, por mas que me mates y logres huir –
- yo no mato inocentes – dijo Sofía – no soy una psicópata –
- bastante lo pareces –
- ¡BASTA, ASESINAME PORQUE NO IRE CONTIGO!-
- Sofía… -
- Sofía nada – dijo esta levantando el tono de voz – vos me estas cazando desde hace medio año por hacer algo que tu sabes bien sirve al pueblo -
- mataste a personas –
- eran unos malditos asesinos –
- pero – comenzó a decir Hugo pero Sofía le interrumpió
- ¿pero que? No hay peros, sabes que estamos mejor sin todos ellos –
Hugo no dijo nada, nuevamente sabia que tenia razón.
- déjame ir y di que no me encontraste, nadie tiene que saberlo y yo desapareceré -
- no es la forma – dijo Hugo – si logras escapar, ¿planeas seguir matando? –
- No, quiero llevar una vida normal –
- nunca podrás hacer eso –
- tal vez, pero quiero intentarlo, te has demostrado a ti mismo que eres lo suficientemente bueno para lograr atraparme, dos veces me tuviste, la primera escape por casualidad y en esta si tu quieres podrías tener mi cadáver en dos minutos, serias el ídolo de la policía, seguramente ocuparías el cargo de director y tendrías algunos enemigos si, ciudadanos que esperan que siga matando porque ellos no se atreven, pero el tiempo borra todo y se olvidaran, si lo que quieres es eso, bueno dispárame, si no, déjame ir y empezare de nuevo, me merezco una segunda oportunidad, tu la tuviste, te echaron por problemas internos y volviste al caso ¿Por qué yo no? –
La mano de Hugo bajaba el arma, sus labios temblaban y poco a poco la duda se apoderaba de el.
¿Sofía tendría razón? Las personas merecían una segunda oportunidad y al fin y al cabo había hecho un bien por la sociedad.
Tal vez si, ya me he demostrado a mi mismo que soy capaz de capturarla, he aprendido que soy capaz de atraparla, soy bueno en mi trabajo, porque no dejar las cosas así y darle a esta chica una nueva oportunidad, no puedo, porque soy egoísta y porque busco mi propio éxito…como Vladimir.
Tal vez ese sea el motivo.
Tal vez no.
Tal vez, solo creo que no es el mecanismo para conseguir las cosas, la violencia solo genera mas violencia y la muerte solo dará paso a mas muerte, definitivamente, ese es el verdadero motivo, solo quiero parar tanta violencia.
- ¡NO LO HARE SOFIA! – luego levanto el arma firmemente apuntando a la joven.
La duda había desaparecido, Hugo estaba convencido de sus ideales.
Sofía titubeo, lo había tenido en sus manos estaba segura.
- déjame ir o mátame -
- lo hare si es necesario –
- nunca iré a la prisión –
- es el mejor camino – dijo Hugo sin dejar de apuntar – reflexiona-
- ¿el mejor camino para quien? Para ti –
- para la sociedad, si lo que le tienes miedo es a las presas, puedo hacer que te aíslen en una celda particular, Sofía, entiende es el único camino –
- ¿MIEDO? Ja – rió ella – yo no le temo a nada –
- sabes que tienes miedo si – dijo Hugo – tienes miedo de lo que pueda pasarte, no eres de hierro y estoy seguro que no tienes la culpa de lo que te paso, Sofía por favor –
Ahora era ella quien dudaba.
- no puedo – dijo Sofía – lo lamento -
- algún día tendrás que enfrentar tu destino, puedo decir que te entregaste, acá no existe la pena de muerte o cadena perpetúa, tal vez no sea una condena tan grande, no me hagas disparar –
No tengo un arma
- por favor Sofía -
- ¡NO ME DISPARARAS LO SABES! –
Hugo bajo el arma y la guardo en su funda.
- no lo hare – dijo dando la vuelta
- ¿porque? – pregunto ella – que me hace especial –
- es que… te entiendo, no comparto tu modo de actuar pero te entiendo y te admiro, así como he atrapado a muchos delincuentes he perdido a muchos y tanto como tu me gustaría poder salir con un arma y terminar con ellos, pero no puedo, me detiene algo en mi y tu, es como que… si mi parte interior se hubiera materializado en ti, yo te admiro Sofía, pero no es correcto, es una admiración enfermiza, debo detenerte.
- lo siento, no puedo – dijo ella, entonces Hugo en su mirada vio la realidad, no la convencería.
Lo que ocurrió continuación fue tan inesperado que Hugo no estaba preparado.
Sofía saco un arma que tenia escondida en la cintura y con ella apunto hacia Hugo y disparo unos centímetros sobre su cabeza para que la bala no diera a este.
Ante la sorpresa Hugo se agacho y Sofía aprovecho la confusión para disparar nuevamente contra la pared al lado del oficial, la bala impacto nuevamente unos centímetros al lado de Hugo y este se corrió dando un salto hacia la derecha, nervioso disparo pero su mano temblaba y la bala no llego a su objetivo.
Sofía corrió hacia la puerta principal y se alejo hacia el campo abierto.
Hugo enseguida salio en su persecución.
Sofía se mezclo entre los árboles, danzando entre ellos, zigzagueando para poder perder a Hugo de encima.
El sonido de pisadas que se acercaban con paso apresurado le hizo saber que Hugo estaba cerca.
Sofía giro la cabeza sin dejar de correr hacia delante para ver la distancia que los separaban de Hugo, esto fue un error.
Sin ver el camino que seguía Sofía tropezó con una piedra, cayendo violentamente al suelo y provocando que su arma cayera a varios centímetros.
Cuando se fue a levantar para buscar el arma fue tarde.
Hugo llego hacia esta primero y guardo el arma en la funda de la suya, sin dejar de apuntarle a Sofía.
- se acabo – dijo
De los ojos de Sofía brotaron cientos de lágrimas, con voz cortada y casi sin poder hablar dijo:
- si, ha terminado -
Segundos después Hugo le colocaba las esposas y la subía a su auto.
La tormenta había empeorado.
- eres un buen hombre – dijo Sofía quien viajaba en el asiento de atrás que protegía a Hugo por una reja cuadricular, este conducía.
- gracias – dijo este – es verdad todo lo que dije adentro, no intentaba convencerte para que te rindieras, salio de adentro –
- lo se – dijo ella y guardo unos minutos de silencio mientras veía las gotas de lluvia golpear el vidrio del auto negro –le temo a la prisión –
Hugo no dijo nada, prefería continuar el viaje en silencio antes de arrepentirse y dejarla libre.
Todo había terminado.
Cuarenta y cinco minutos mas tarde Hugo entro en el departamento de homicidios seguido por decenas de periodistas y transportando a Sofía esposada.
Los aplausos llenaron el lugar y enseguida Sofía fue transportada a una sala aparte para hacerle preguntas y obtener las respuestas que el mundo entero esperaba conocer.
Facundo se le acerco y le estrecho una mano a Hugo acompañado de un abrazo.
- lo has hecho -
- no se si es lo mejor, la sociedad extrañara al ángel –
- posiblemente, pero todos saben que se hizo lo correcto –
Hugo asintió.
- ¿fue difícil el arresto? Podría haberte matado, no deberías haber ido solo allí-
Hugo guardo silencio varios segundos y luego dijo:
- no se opuso al arresto, de hecho quería dejar eso en claro, se entrego ella sin oponer resistencia alguna -
Mintió, y lo sabia, Facundo asintió.
- ¿en serio? Que extraño -
Hugo dejo unos segundos de silencio, luego añadió.
- ¿Vladimir? -
- la situación esta complicada Hugo, aun no ha muerto pero los médicos dudan que se pueda hacer mas por el –
Vladimir era una mala persona, por escalar en la sociedad hubiera matado a sus padres sin dudarlo pero ¿merecía un destino así? Hay gente tan cruel en el mundo que merece mucho mal, me pregunto si Vladimir es una de ellas, bueno… no queda más que esperar, tal vez se salve
Facundo entro en la sala donde Sofía esposada y custodiada por dos hombres se encontraba con la mirada fija en el vacío, era como si no estuviera pensando.
- Hugo me contó que te entregaste voluntariamente – dijo – lamento lo de tu padre -
Sofía seguía con la mirada perdida.
Cuando Facundo entro y se sentó frente a Sofía quien era custodiada por dos hombres armados esta no le presta atención a Facundo.
- primero debes saber que tienes derecho a un abogado, debemos conversar te hare unas preguntas y quiero que contestes con la verdad, te ayudaran en el momento del juicio -
Sofía se mantuvo en silencio.
- has confesado ser autora de mas de quince asesinatos, ¿mantienes esa confesión? -
- si – dijo solamente
- Dices también que tu padre adoptivo fue el autor intelectual de estos asesinatos ¿sigues manteniendo dicha confesión? –
- si –
- Maximiliano Díaz fue solo un testigo que tú encerraste por miedo a que te acusara ¿cierto? -
- si – acepto Sofía - ¿Cómo se encuentra Maximiliano? –
- los médicos dicen que bien, no ha sido tan grave, la herida no es del todo profunda y tú la has cuidado bien –
Sofía asintió.
- me alegro -
- bien – dijo Facundo levantándose de la mesa y abandonado la sala.
Horas mas tardes los titulares seguían apareciendo en todos los noticieros.
“IDENTIDAD DEL ANGEL REVELADA” “CONFESION DEL LA BUSCADA ASESINA SERIAL” incluso algunos tenían inventos en sus titulares “MUERTE DE VLADIMIR TORRES CONFIRMADA” entre otros.
Todos hablaban de lo mismo en la calle.
Era la noticia del año.
La entrevista tuvo lugar al día siguiente del arresto.
Sofía Hernández era el tema del día y cerca de las diez de la mañana el nombre de Dante Herrera se identifico como el hombre que ayudo a atrapar a este peligroso asesino serial.
Un noticiero del canal estatal fue el primero en conseguir una entrevista con el mismo.
Dante fingió que estaba apresurado y hablaba mirando el reloj cada pocos segundos.
- disculpe señor Herrera solo unas preguntas -
Dante consulto su reloj pulsera.
- de acuerdo, pero solo unas pocas que estoy apresurado -
Mentira, había salido porque sabia que los periodistas estaban allí, daría una vuelta y regresaría.
- ¿Cómo se siente ser el hombre que ayudo a atrapar al asesino serial mas importante de nuestra historia? -
- en cuanto supe quien era el ángel me sentí que estaba en la obligación de hablar, no por la plata, si no por mi deber como ciudadano-
- ¿Cómo llego a descubrir la identidad? –
- pronto lo explicare, pero no ahora – dijo Dante – mi tiempo es corto – volvió a mirar su reloj pulsera.
- una sola preguntita mas señor Herrera ¿Qué le diría a las personas que creen que usted hizo mal con este acto? -
- yo les diría – dijo Dante fingiendo que pensaba – que nadie tiene derecho sobre la vida de la otra persona, el que lo hace lo paga y la justicia llegarían para todas las victimas –
El periodista despidió a Dante y este se fue haciendo un ademán con la mano como saludo.
Hugo por su parte no disfrutaba tanto su triunfo, si no que lo pasaba con un vaso de whisky lleno hasta arriba y dos cubos de hielo que flotaban en este.
Cigarro en mano y mirada perdida el oficial pasaba las horas pensando que diría a la prensa.
Finalmente hablo y cuando lo hizo sonó bastante convincente aunque no podía disimular el olor a alcohol que despedía provenientes de las largas horas de reflexión.
Dio gracias a dios que solo sus palabras salieran por radio y televisión y no su olor.
No dio gran información a la prensa sobre el arresto salvo que dijo que sin la ayuda de Carolina Bravo nunca hubiese llegado a la casa de campo y que Sofía Hernández no había opuesto resistencia en el momento del arresto.
La ciudad alborotada oía la noticia, muchos a favor y muchos en contra.
Cierta cantidad de personas opinaban que lo que Sofía había hecho era un bien para la sociedad y que deberían a ver más como ella.
Otros decían que la justicia debía dejarse para la justicia y no para las personas y que merecía ser juzgada como cualquier otra persona.
Algunos decían que merecía la pena de muerte, inexistente en ese estado y que merecía la peor de las condenas, estos eran principalmente familiares, amigos, conocidos de las victimas y otros criminales que habían vivido con temor de que el ángel acabara con ellos.
Carolina acompaño a Hugo luego de la entrevista a tomar un café para que este despajara su cabeza.
Estaban sentados en un pequeño bar en la esquina y todos los curiosos quedaban mirando a Hugo al pasar.
Este los ignoro.
- gracias por todo – dijo Hugo
- no hay porque jefe, ¿Qué se sabe del estado de Vladimir? –
- sigue grave – lamento Hugo – pero bueno, el tiempo dirá que ocurrirá con el –
- diría yo que recibió el castigo que merece, pásame el azúcar por favor –
Hugo estiro el brazo agarro el azúcar y se lo dio a Carolina.
- no lo se, todos sabemos la clase de persona que era Vladimir Torres pero… -
- solo queda esperar, hoy entierran el cuerpo de Daniel –
- si a las dieciocho horas, un canal le hizo una entrevista a su secretaria Luna, estaba muy afectada no quiso dar declaraciones, ¿sabias que Adrián Montes fue asesino de su mejor amigo en su misma casa? creo que por eso motivo Sofía fue a buscarlo, mas por venganza personal que por castigo –
Carolina asintió.
- con razón viajo tan lejos para cobrar su nueva victima -
- ajam – dijo Hugo soplando su taza de café – Maximiliano Díaz esta fuera de peligro –
- pobre joven, me imagino lo horrible que debe haber pasado – dijo Carolina lamentándose
- no tiene aspecto de haber sido torturado – dijo Hugo – ni siquiera creo que le hayan hecho daño, Daniel lo quiso asesinar, Sofía lo descubrió y lo encerró en el sótano, fue a matar a Adrián, tengo la sospecha que se iba a entregar voluntariamente, aunque claro no lo se –
- hora de dar entrevistas jefe – dijo Carolina terminando el café y dejando la taza vacía sobre la mesa.
Hugo termino su café y partieron hacia el departamento de homicidios juntos.

- ¡esta despierto! – grito una de las enfermeras causando gran revuelo en el hospital.
Ester se despertó de un salto, varios periodistas quisieron acercarse antes que la vigilancia del hospital les empujara hacia atrás.
El doctor Lawrence medico a cargo se dirigió rápidamente hacia la sala donde Maximiliano Díaz se encontraba.
Tenía la mirada perdida y no entendía la situación a su lado, pero estaba despierto, sano y salvo, de nuevo había sido traído al mundo de los vivos.






























Capitulo 23
El articulo



La mirada de Maximiliano inspeccionaba la habitación y poco a poco los recuerdos regresaron a el.
El medico se hizo cargo de la situación.
El hospital se alboroto, enfermeros corrían de arriba abajo, Ester esperaba impaciente y varios periodistas querían saber lo ocurrido, era el evento mas esperado, una vez recuperado Maximiliano contaría su verdad tras mas de un mes de desapareció.
Le habían cambiado la venda y curado la herida.
Aun confuso Maximiliano se sentó en la cama.
Una de las enfermeras se acerco a el y le acomodo la almohada.
El joven hizo un gesto a su garganta y una de las enfermeras fue a buscarle agua.
- has sido un chico afortunado – dijo el medico – la herida no ha sido profunda, aunque un segundo corte así y podrías haber muerto, no se quien te mantuvo con vida estos días que has estado herido pero ha hecho muy bien su trabajo -
- Maximiliano analizo todo lo dicho por el medico
¿Días?
- por favor necesito saber… que ocurrió -
El medico hizo un gesto de negación con la cabeza,
- aun estas cansado y necesitas dormir joven, tu madre esta esperándote afuera ¿quieres que la haga pasar? –
- ¡No! Por favor, todo menos eso, no quiero saber nada de esa mujer -
- pero ella – Maximiliano lo corto antes que siguiera
- por favor no me haga verla –
Tras unos segundos de silencio el medico movió la cabeza en gesto afirmativo y camino hacia la puerta, antes de abandonar la habitación, dio media vuelta.
- tal vez deberías considerarlo, duerme un poco, mañana será un día largo -
¿Dormir? ¿Cómo voy a dormir? Íbamos a fugarnos con Sofía ¿que ocurrió?
Las preguntas sin respuestas momentáneas inundaron la mente del adolescente quien hizo un esfuerzo de no dormirse nuevamente pero que acabo por rendirse en pocos minutos, dejándose guiar al sueño.
Luego de unas tres horas cuando Maximiliano había despertado de su siesta Ester ingreso a la habitación tras golpear tres veces.
Sabía que Maximiliano estaba despierto porque una enfermera le había llevado un plato de sopa.
Luego que su hijo volviera a decirle por el medico que no quería verla a ella, sigilosamente se escabullo y se paro frente a la puerta, con un suspiro de cansancio entro en la habitación.
- hijo – dijo viendo a su hijo en la cama acostado
- ¡vete! ¡No quiero verte! – grito este enojado
- pero hijo, te extrañe –
- ojala te pudras en el infierno, siempre te odie, me maltrataste una vida entera echándome la culpa porque un maldito cobarde se fue de la casa y ahora vuelves haciendo el papel de la madre buena e inocente –
- yo… lamento todo hijo – los ojos de Ester se llenaron de lagrimas
- no lo lamentes, me iré de la casa, buscare un trabajo y comenzare de cero, pero tú no formaras parte de esa vida madre –
Ester agacho la cabeza y clavo la mirada en el suelo
- todo lo que hice… -
- no digas nada y vete por favor, ahora vienes cuando ya no te necesito, si de algo me sirvió esta experiencia fue para hacerme mas fuerte y poder decirte NO –
Ester no hizo comentario alguno, sabia que su hijo tenia razón.
Hasta el momento en el que el desapareció siempre le había maltratado y nunca le había apreciado, merecía toda su ira.
Sin decir mas nada Ester abandono la habitación.
Enseguida Maximiliano llamo a una enfermera para que le informara que había ocurrido con exactitud.
Esta le contó lo que decían los noticieros.
- y dicen que se entrego ella sola – finalizo – Hugo Morgan hizo el arresto -
Ya veo con que fue eso, así terminaron las cosas, Sofía, lo lamento, todo podría haber sido diferente estuvimos tan cerca de poder escapar y dejar todo atrás, tan cerca de un nuevo inicio, ahora pagaras todos tus crímenes pero ¿merecen ser pagados? Al fin y al cabo lo único que veo yo es que ayudaste a salvar varias vidas, bueno terminara como tenga que terminar
Yo no puedo hacer nada por ti excepto desearte que seas feliz y en cierta forma agradecerte, me ayudaste a reconstruir mi vida de alguna manera.
El medico entro en la sala y saludo con una sonrisa a Maximiliano.
- pronto saldrás, me temo que tendrás que contestar varias preguntas a los policías, quieren saber todo, no respetan nada pero bueno, creo que estas en condiciones -
Maximiliano asintió.
- contare la verdad al mundo – dijo – pero será una verdad distinta a la que todos piensan -

Mil preguntas se le hicieron a Dante Herrera ese día.
Los noticieros estaban peleándose entre ellos por entrevistarlo, incluso varias cámaras estaban instaladas fuera de su casa.
Pero incluso así cuando abandono su casa alejándose varios metros nadie se fijo en el pequeño auto rojo que vigilaba la casa del detective a unos metros durante toda la mañana.
Una vez fuera.
La mujer que ocupaba el asiento del pasajero bajo del auto primero seguido por su hermano quien ocupaba el asiento del conductor.
Luego de asegurarse que Dante se había alejado subiéndose a un vehiculo suyo mientras varios periodistas querían hacerla una entrevista, ambos hermanos volvieron al auto y giraron en dirección contraria.
El departamento de homicidios estaba tranquilo ese día.
Sofía había confesado.
Los criminales estaban muy ocupados suspirando aliviados al no tener que seguir vigilando sus espaldas cada noche por si el ángel los azotaba con su furia divina.
Martín entro junto a Ángela cuando un obeso guardia de seguridad les prohibió el paso.
Ambos hermanos tenían los ojos hinchados a causa de las lágrimas, habían llorado largas horas durante la búsqueda de Magdalena la cual seguía sin resultado.
-¿no pueden pasar sin un pase de visitante? – dijo de forma cortante
- venimos a hablar con Hugo Morgan – dijo Ángela – tenemos un dato relevante sobre lo que ocurrió con Dante Herrera y Sofía Hernández –
Hugo pasó por allí de casualidad y escucho parte de la conversación.
- pasen a mi oficina – dijo y ambos asintieron
Cuando por fin tomaron asiento y luego de que Carolina sirviera un café para cada uno Hugo les hizo un gesto de que hablaran.
- vera, ese hombre Dante Herrera fue contratado por mi esposa desaparecida para encontrar el paradero de su hija – comenzó a explicar Martín – esa hija es Sofía Hernández, la noche antes de que el diera el nombre a la policía nos llamo diciendo que le había dicho a esta que había descubierto la relación entre Sofía y el ángel, o sea que eran la misma persona, no lo dijo con exactitud, pero dejo entrever que había algo turbio en la historia de Sofía e iba a delatarla -
Hugo frunció el ceño y cambio el rostro a un rostro pensativo.
Ya sabía hacia donde iba aquella conversación.
- lo que queremos decir – comenzó Ángela pero Hugo le obligo a hacer silencio con un gesto
- quieren decir que sospechan que Dante Herrera asesino a Magdalena, si fue así como dicen seguramente ella se negó a que Dante acusara a su hija ¿ese es lo que quieren decir? –
- en ese momento creí la conversación de Dante y comencé a buscar a Magdalena por toda la ciudad en auto, pregunte a vecinos, pero mi esposa señor Hugo y yo… la ultima vez que hablamos discutimos -
Martín no pudo seguir hablando, las lágrimas brotaron de sus ojos.
Ángela siguió.
- por favor, debemos investigar la verdad, tal vez Dante le hizo algo para que ella no estorbara -
Hugo vacilo varios segundos y luego asintió.
- de acuerdo abriré una investigación respecto al tema y obtendré una orden de registro del hogar de Dante Herrera -
- muchas gracias señor – dijo Ángela y comenzó a llorar
- no es nada – dijo Hugo y les sonrío – si tienen razón la verdad se sabrá pronto, pero necesito alguna prueba concisa que una al sospechoso con la desparecida, algo que compruebe que se conocían –
- tenemos un email que le mandamos para concretar una cita con el en su oficina, antes que comenzara la investigación -
Hugo hizo un gesto afirmativo con la cabeza.
- luego tenemos la respuesta de el confirmado la cita –
- ok, eso ayudara, si tienen razón en unos días ese hombre estará tras las rejas
Y así seria.
Las dos semanas siguiente a este hecho Hugo consiguió una orden de registro en la casa de Dante Herrera ya que las pruebas decían que era la ultima persona que había visto con vida a Magdalena Ortiz.
También algunos testigos dijeron haberla visto entrar cerca de la madrugada ya que golpeaba la puerta con furia despertando a dos vecinos, sin embargo ninguno dijo haberla visto salir.
Cuando le preguntaron a Dante este confeso haber hablado con Magdalena Ortiz pero nunca confeso haberle hecho nada.
Mientras todo ocurría Vladimir seguía internado debatiéndose entre la vida y la muerte y los periodistas ya decían que no creían que se salvara.
El registro fue un completo éxito.
Si bien no había rastros de sangre en ningún lugar pronto se encontró evidencia que la tierra en el terreno de Dante había sido removida.
Dante acabo por confesar.
El arresto fue realizado ese mismo día y la noticia siguió alimentando los noticieros, diarios y revistas del país por unas semanas más.
Los titulares variaban entre todas las personas que habían sufrido las consecuencias del paso del ángel.
“DE CELEBRIDAD A PRESO POR HOMICIDIO: Dante Herrera detenido tras ser culpado por el homicidio de Magdalena Ortiz”
“VLADIMIR TORRES AUN DEBATIENDOSE ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE: aun sigue sin mejorías, los médicos de la clínica pierden las esperanzas”
“GRUPO DE MANIFESTANTES PIDEN LIBERTAD PARA SOFIA: luego de que el ángel fuera detenido tres semanas atrás, varias manifestante se unieron hoy pidiendo libertad para la joven que solo hizo lo que la policía no hace según sus mismas palabras”
Entonces llego.
El articulo más increíble de todos.
Hugo lo leyó varias veces, y la noticia se extendió por todo el país en poco tiempo.
El artículo había sido hecho por la revista “Noticia al día” y era la primera declaración oficial hecha a la prensa por parte de Maximiliano Díaz.
Cuando Carolina llego y se sentó en su escritorio su jefe se encontraba leyéndolo por quinta vez.
- es increíble - dijo señalando el articulo
Carolina se acerco al diario curiosa.
- ¿Qué dice? –
Hugo levanto la revista y la coloco frente sus ojos:

Yo Leticia Moor he escrito decenas de artículos para esta revista desde hace cinco años, nunca unas palabras dichas por alguien me han llegado tanto como estas, así que ahora no seré yo la que escriba este articulo, serán palabras textuales de Maximiliano he escuchado y grabado su testimonio y lo escrito igual a como el me lo dijo hace dos días en su hogar:
Bueno, se que todos esperan conocer la verdad de lo que ocurrió y podría mentir, podría exagerar la verdad para que sea lo que todos piensan, pero se que no hay persona que siquiera se imagine lo que ocurrió en el mes que estuve de cautiverio.
Yo al inicio fui testigo del echo como todos lo saben y cuando Sofía me descubrió me golpeo dejándome inconsciente y fui encerrado en un sótano.
Pensé al inicio lógicamente que estaba siendo encerrado por unos monstruos sin corazón, seres inhumano, bestias, pero poco a poco descubrí que no.
Descubrí en Sofía una chica que su mente había sido cambiada, manipulada de muy chica, no vi el animal que creí, tampoco diré que vi una chica inocente porque todos sabemos que seria mentira.
Pero, no lo se, mi mente cambio en ese tiempo y aprendí a ver las cosas de otra forma.
Soy consiente que la decisión de Sofía de encerrarme fue producto de un impulso que tuvo en un momento de desesperación y no de un verdadero deseo de daño, todas sus victimas fueron gente que se lo merecían, todos lo saben, yo lo se.
E ángel como le llaman considero liberarme.
Si en verdad considerara que alguien merece una verdadera condena es Daniel Hernández, quien ha muerto, manipulo la mente de una niña de nueve años y la entreno para asesinar.
Ahí creo yo ver el verdadero monstruo por eso decido no levantar cargos contra Sofía y que la justicia la culpe por sus otros crímenes, que merecidos o no fueron asesinatos, yo por mi parte puedo dormir tranquilo de que no atribuí a esa condena.
Seguramente tantos ustedes como yo queridos lectores están sorprendidos ante este testimonio, ya que ninguno esperaba piedad para su encarceladora.
Así que ya no hay mas nada que escribir y que la justicia decida lo que debe decidir.

Luego que Hugo leyó el articulo dejo la revista sobre el escritorio.
- ahora estoy completamente seguro que Sofía Hernández nunca disparo a matar en el cementerio -
Carolina asintió.
La puerta sonó tres veces y la secretaria se acerco a ella y la abrió.
Facundo apareció y se adentro en la oficina de Hugo saludando a este con un gesto de cabeza y otro a Carolina
- ¿ha pasado algo señor? – pregunto Hugo
Facundo hizo un gesto afirmativo con la cabeza y estuvo varios segundos en silencio.
- ha llegado noticias del hospital donde Vladimir fue ingresado hace tres semanas -
- el ha… - comenzó a decir Carolina pero Facundo negó con la cabeza.
- continúa con vida, pero los médicos dicen que para el estado en que se encuentra lo mejor seria que muriera -
El silencio inundo la oficina.
Nadie dijo mas nada pero la tensión se percibía en el ambiente, ambos sabían lo que había querido decir Facundo, aun así este lo aclaro.
- Vladimir ha quedado en un estado que podría considerarse intermedio entre la vida y la muerte, su cuerpo no reacciona, no tiene movimientos, reflejos y tampoco su mente puede pensar, dicho de forma simple Vladimir sigue vivo pero no puede moverse o razonar, llamamos a los familiares pero ninguno quiso hacerse cargo de el, no se gano ningún ser querido, hay que alimentarlo, bañarle, limpiarle, es un destino cruel para un hombre que trabajo tanto buscando un futuro -
Hugo se acerco al cajón y saco una petaca de whisky la acerco a los labios y tomo un trago, luego la tapo y guardo nuevamente en el cajón.
- en cierta forma el se lo busco – dijo – aunque no le deseo ese destino a nadie -
Facundo asintió, Vladimir se había hecho odiar durante toda su vida y ahora estaba pagando las consecuencias.
- será transportado a una casa de salud, seguramente hasta el día de su muerte -
Nadie dijo nada, a pesar de todo, sintieron pena por Vladimir Torres quien tendría un triste final, mucho peor que la muerte.
- hay otro tema que me gustaría hablar contigo – dijo Facundo – como tu sabes, yo me estoy por jubilar en unos meses-
- ajam – comento Hugo sin más nada que agregar
- tú seguirás en mi lugar Hugo, has demostrado ser inteligente, paciente a lo largo de estos años, pero hay algo que debes hacer, debes corregir tu alcoholismo –
- yo no soy…-
- yo lo ayudare – dijo Carolina levantando la mano como si estuviera en la escuela
- lo inscribiré a alcohólicos anónimos y me asegurare de que asista, iré con el –
Facundo dejo entrever una sonrisa.
- entonces estoy seguro de que te dejo en buenas manos – dijo antes de abandonar la oficina.
Hugo y Carolina quedaron solos.
- gracias – dijo Hugo – no se que haría sin ti, siempre fuiste mi única y fiel amiga -
- por favor jefe – dijo Carolina golpeándolo cariñosamente en el hombro de una palmada – no se ponga cariñoso a y por cierto sin mi estaría muerto –
Hugo soltó una carcajada y deslizo su mano abriendo el cajón para tomar otro trago de la petaca y carolina se la robo de la mano apenas la tuvo se acerco a la basura y vacío el contenido en ella.
- comenzaremos desde ahora, iré por un par de cafés -
Hugo asintió y Carolina abandono la oficina dejándolo solo.
El futuro jefe del departamento de homicidios suspiro.
Han sido unos meses difíciles, que bien me vendría un trago ahora, pero bueno es época de avanzar, se viene un periodo de muchos cambios.
A continuación se acerco a la ventana y miro hacia abajo, la oficina estaba a dos pisos de altura por lo que veía a las calles pobladas de personas desde arriba.
Mirando el paisaje, agarro un encendedor se prendió un cigarro y admiro la tranquilidad que se percibía a su alrededor.
Hice lo correcto con Sofía, la justicia dictara que hacer ahora
Y sumergido en sus pensamientos, continuo observando por la ventana mientras fumaba tranquilo, por primera vez en mucho tiempo sintiéndose bien consigo mismo y sabiendo que había hecho lo correcto.

Epilogo
Sofía



La celda era solitaria, fría y húmeda.
Sofía pasaba los días esperando que el juez diera la condena.
Sus pensamientos eran una mezcla entre miedo y culpa, culpa de todo lo que había ocurrido, culpa de no haberse entregado, de haberse resistido hasta el ultimo minuto.
Estaba segura que la bala no iba a impactar en Hugo, pero si lo hacia…
Igual que en el cementerio, me arriesgue a asesinar inocentes, aunque estaba segura que no impactaría en ellos, pero si ocurría.
Pero a pesar de la culpa por esto la abrumaba no sentía culpa por las diecisiete muertes.
Cada vez Sofía se sentía más convencida de que había hecho lo correcto.
Sofía recapacito sobre todos los hechos de las últimas semanas y sintió un poco de pena por el suicidio de Daniel, aunque en parte sabía que el abogado se lo merecía si la había querido y preocupado por ella.
También recapacito sobre Maximiliano, uno de los policías le había informado que estaba fuera de peligro y que había hablado a favor de ella.
Eso le dio cierta esperanza.
Tal vez no soy el monstruo que siempre creí.
Ahora en prisión recapacitaba todo mas fríamente.
Es como si esta celda siempre me hubiese esperado
Era para ella.
Era para que pagara sus pecados.
Cuando muera iré a visitar al mismo diablo
Si no fuera porque siempre había estado acostumbrada Sofía se sentiría sola, pero vivir con Daniel luego de la muerte de su mejor amigo había sido igual a vivir sola, vivir sin poder compartir pensamientos, alegría, opiniones o tristezas.
Sola, siempre sola
Sofía sonrío, en parte se sentía bien estar sola, compartir su celda actual con algunas reclusas tendría inconvenientes estaba segura que no todas apoyarían su ideología de los criminales merecen morir, pensó irónicamente.
Aun así hubiese estado bueno compartir la celda con alguien no conflictiva.
No había ventana.
Ahora se como se sentía Maximiliano
Lo extrañaba.
Suspiro molesta.
Pocos días después Sofía fue transportada a la prisión de mujeres donde fue encerrada en una celda solitaria-
Cuando abandono su prisión inicial y fue subida al patrullero siendo escoltada por cinco policías mientras cubrían su rostro con una campera Sofía recibió vítores y gritos de apoyo por parte de los presentes.
La sentencia por parte del juez llego rápido.
Las pruebas eran más que suficientes y a los pocos días la sentencia de “prisión por treinta años” la pena máxima en ese estado estaba en todos los noticieros.
Los días en lo que Sofía llamo “su nuevo hogar” transcurrieron más tranquilos de lo esperado.
Sofía recibía protección extra por parte de los guardias de la prisión y las reclusas normalmente la evitaban a pesar que Sofía veía el odio en sus ojos.
Odio que sintieran por ella.
Un odio frío, real y cruel que en el momento en que Sofía perdiera su protección supo que ellas manifestarían.
En todo caso me lo he ganado
Se dijo la joven mientras se encontraba en el patio recostada contra un muro.
Me pregunto a cuantos familiares o amigos de ellas he asesinado, por lo que veo en sus ojos creo que varios, la mayoría de estos delincuentes eran conocidos en este ambiente.
El cielo estaba nublado y pronto comenzaría a llover.
Los guardias de la prisión hicieron entrar a las presas y Sofía fue transportada a su celda, sentía como si los guardias la vieran con admiración y también con pasión admirados por su belleza física, pero intento ignorarlos, no quería que las otras reclusas sintieran mas rechazo hacia ella de lo que ya sentían.
Al cuarto día de prisión fue cuando Sofía supo que de ahí en adelante podría soportar la prisión sin el menor problema.
Al horario de las visitas se le fue informada que alguien había venido a verla.
La joven asintió y se sentó en su cama molesta porque sabia que nadie importante podría ir a verla allí, seguramente seria un periodista o un fanático, tal vez un familiar de sus victimas.
Sofía fue transportada por dos guardias a través de un largo pasillo, trayecto en el cual ninguno le dirigió la palabra pero no dejaban de estar alerta, Sofía observo como tenían sus manos prontas sobre la funda de sus armas.
Cuando por fin llego vio que una ventana de vidrio la separaba de su visitante.
Quiso abrazarlo y no pudo.
Sofía se sentó en la silla frente a la ventana.
- Maximiliano – dijo con lágrimas en los ojos emocionados
NO
Había estado equivocada, ella no estaba sola.
- en verdad creíste que iba a abandonarte aquí, íbamos a irnos juntos, tal vez no pudimos pero al menos tienes quien te acompañe en esta larga travesía Sofía –
Entonces Sofía sonrío.
Había pensado que la prisión era el final de toda su anterior vida y que ahora solo quedaba esperar en el purgatorio hasta el final de su vida donde seria transportada al infierno.
Ahora sabia que no.
La prisión no era el final de su vida.
Ahora sabía que Maximiliano la acompañaría, no definitivamente no es un final.
Es un nuevo comienzo….